miércoles, 20 de febrero de 2013

¿Bacterias en mis cosas? ¡No, gracias!

¡Hola a todos! ¿Qué tal lleváis la semana? Por aquí como siempre, atareados y maquinando nuevos productos, proyectos...

Dada la epidemia de gripe que afecta a una gran parte de mis familiares, amigos y compañeros (y seguro que también a los vuestros) he pensado mucho esta semana en los objetos de nuestra vida cotidiana que transmiten más bacterias y después de bucear en Internet he entrado lo siguiente:

  1. El objeto más sucio que puedes tocar es la pistola para poner gasolina.
  2. El segundo es la cama. Si si, tu propia cama. En ella viven los ácaros del polvo, que se alimentan de tu piel muerta, y sus heces pueden causar asma y otras alergias.
  3. El mando a distancia. Nuestras manos producen más de 250.000 bacterias distintas y, cuando llegamos de la calle, mientras comemos aperitivos, después de tocar a nuestras mascotas, etc. utilizamos este objeto, que acumula muchísimos microbios...
  4. Los cajeros automáticos.Las tintas, las bacterias de otros consumidores, etc. se acumulan en los cajeros automáticos de forma irremediable. Además hay que tener en cuenta que los propios billetes y monedas llevan un "extra" inesperado, como por ejemplo, restos de cocaína.
  5. El teclado y el ratón del ordenador. Acumulan, a veces durante años, restos de comida y de suciedad que pocas veces limpiamos...
  6. Las aceiteras y dispensadores de condimentos de un restaurante. No sabemos quién los ha tocado antes... Y en algunos lugares, no se limpian muy a menudo...
  7. La carta del restaurante. Todo el mundo las toca y nunca se limpian... Como mucho, se les pasa un paño, y virus como el de la gripe pueden sobrevivir hasta 18 horas en superficies duras.
  8. El teléfono móvil. Puede contener más bacterias que la suela de tu zapato... ¡¡¡O incluso que tu cuarto de baño!!! 
  9. El carrito del supermercado. La barra con la que lo empujamos tiene muchas bacterias fecales, a veces incluso más que el cuarto de baño.
  10. La rodaja de limón de tu bebida. En muchos casos (no todos, por supuesto) contienen bacterias de diversos tipos, incluidas las fecales o el peligroso E-Coli
 Y ¿cómo evitamos contagiarnos con todos esos gérmenes? Muy sencillo...
¡Hasta la próxima!